miércoles, 1 de junio de 2011

Mutilaciones de animales

Tras analizar a cuatro bovinos y un caballo mutilado, el médico veterinario Jorge Robles (46), de Rivera, en la provincia de Buenos Aires, asegura que es la primera vez en 22 años de carrera que ve casos así. "A uno le faltaba un ojo y la piel alrededor de la órbita. El corte era casi perfecto, de dos centímetros y no se me ocurre con qué elemento pudo haber sido realizado. Además, es casi imposible sacar un ojo sin pérdida de sangre, y en la escena no había indicios de hemorragia ni de cauterización en la piel."
Para el veterinario de Rivera, "hay un factor externo aparente y no se puede encuadrar patología alguna con estas características. Tampoco se puede sospechar cuatrerismo: el que roba o faena ilegalmente un animal, se lleva algo que pueda comer, no una oreja o un ojo".
"A priori, el tema es de difícil explicación. Hay cosas que no cierran ni con los conocimientos ni con la experiencia", coincide el veterinario Horacio Hecker (55), adscripto a la Policía de la provincia de La Pampa y perito en casos que involucren a animales. "Vi un novillo de 400 kilogramos en las cercanías de Ingeniero Toay, cerca de Santa Rosa. Presentaba cortes muy precisos en la quijada y en la cabeza, que de ninguna manera pueden atribuirse a los desgarros que causan animales carroñeros, aunque tampoco podría decir con qué fueron hechos. Envié la cabeza, trozos de músculo y partes del cuero de la zona de los cortes a la Facultad de General Pico para que los analicen. El estado de conservación era bueno, pero eso puede deberse a las bajas temperaturas ambientales. Lo que más me llamó la atención es que los huesos de la cara estaban desprovistos de tejidos blandos; estaban limpios como los de un cadáver de varios meses y no de diez días, como era el caso."

Línea Salliqueló
Jorge Dubarri (58), profesor de Patología de la Facultad de La Pampa en General Pico e integrante de un laboratorio de Senasa, afirma que el 6 de junio pasado fue notificado por la policía sobre casos de vacas muertas en circunstancias extrañas en la localidad de La Adela. "Analizamos un animal fresco y llegamos a la conclusión de que no era algo transmisible ni infeccioso que pudiera poner en peligro la ganadería de La Pampa. Me comuniqué entonces con Daniel Belot, veterinario de Senasa en Salliqueló, para hablar sobre el resto de los casos y coincidimos que el denominador común son los cortes precisos que van desde la oreja, los ojos y la mandíbula inferior, en forma de triángulo perfecto. Además, no tenían lengua ni tráquea.

El tema ya convocó a "especialistas" en ovnis.

Los investigadores norteamericano del NIDS acaban de encontrar evidencias de oxindol, un sedante que podría haber sido utilizado para adormecer a las vacas antes o durante la mutilación. Otro estudio, en 1996, también había encontrado en tejidos y sangre de un animal mutilado un compuesto paralizante, además de una droga beta-bloqueante y un psicotrópico.

El veterinario Alejandro Martínez dijo que los cortes bien pudieron haberse hecho con un instrumento de uso común en operaciones de toros, llamado termocauterio. Este instrumento es capaz de dormir al animal, cortar órganos en forma precisa y rápida, al mismo tiempo que cauteriza la herida, impidiendo el sangrado.

Alberto Pariani (33), docente de anatomía de la Facultad de Veterinaria de General Pico y uno de los profesionales que realizaron necropsias, apunta que "los cortes son muy atípicos y podrían haber sido hechos con termocauterizador o electrobisturí, pero hay que saber mucho de anatomía para sacar de esta forma los músculos de la masticación y, además, habría que contar con una logística importante para desplazarse en la noche por campos tan distantes, y poder atrapar a un animal suelto en un extenso monte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario